Nota del director:

Como director de escena, abordar textos que se salen de lo normativo, que caminan por el cable tenso del funambulista, es un reto, porque te mantienen siempre vivo, entrenado, alerta, fresco, audaz. Y al público lo mantiene siempre con los ojos abiertos y la boca de par en par. Es el compromiso de recordar por qué nos dedicamos a esto, para quién trabajamos, dónde nos encontramos y dónde no queremos estar. Entregarse al reto de la sorpresa es pronunciar con buena energía lo todavía no dicho, señalar las cosas en presente, aplaudir con alegría los acontecimientos como lo hace un niño con sus primeros juegos.

La búsqueda constante de propuestas que nos vuelen la cabeza, es la razón fundamental que nos ha llevado a montar este texto. Atrevido, mordaz, ácido, bruto, rompedor, hilarante, inteligente, locuaz, increíble, probable y verosímil. Sus sólidos cimientos y la fuerza del equipo, será lo que nos dará empuje para levantar un proyecto de altura y volver a hacer lo que mejor sabemos hacer encima de un escenario. Hoy tenemos esto entre manos, y el futuro…